Si evitamos el cemento-asfalto, y buscamos maicillo para correr solo porque pensamos que es menos agresivo, estamos haciendo pésimo negocio.
Por Cristián Sieveking Vera . Ultramaratonista, experto en biomecánica de corredores
Al empezar a correr, lo primero que escuchamos es que hay que alejarse de los ¡maléficos cemento y asfalto! Y nos quedamos con eso metido en la cabeza como ley universal… Bueno, esto no es tan así. De hecho, la mejor superficie para correr -en términos de seguridad ante las lesiones-, es el asfalto. Pero partamos por el principio…
El maicillo, tan común en nuestros parques, es una superficie muy compacta, que incluso no se hunde cuando vemos que un cambión le pasa por encima; el terreno no cede nada. Por arriba del maicillo, se forma una delgadísima capa de tierra que queda suelta. Al impacto de nuestros pasos, al correr nos encontramos con una superficie igual de dura que el cemento o el asfalto, pero con elementos que se suman para empeorar un poco las cosas. Uno es que es una superficie inestable, es decir, no es pareja. Lo otro, tiene muy mala tracción (justamente por aquella delgada capa de tierra suelta), lo que genera un estrés innecesario en la zona de la fascia plantar.
Efectivamente, el asfalto es más duro que el maicillo y el cemento es una 10 veces más duro que el asfalto. Pero eso nos importaría si lo que estamos pensando es romper un trozo de cada uno… Como lo que nos interesa es trotar, es decir, caer sobre ellos, el impacto es el mismo, porque en ese sentido las tres superficies son igual de duras.
Ahora bien, hay que sumar otro factor. Las zapatillas de calle, están pensadas para correr… ¡en calle! Y las calles suelen ser de asfalto o cemento. Es en estas superficies donde mejor funcionan por su diseño. La amortiguación de una zapatilla de calle está desarrollada para trabajar sobre superficies parejas y lisas. Solo así funciona de forma óptima. Y si te fijas, la suela externa de una zapatilla de calle es tremendamente lisa, muchas veces solo con pequeños dibujos, porque en la calle no necesitas tanta tracción (no así sobre maicillo).
Por otra parte, el impacto que recibimos al correr en cualquier superficie es de 3 a 5 veces el peso del cuerpo. Si a este impacto le agregamos rotaciones adicionales por la inestabilidad del terreno, es indudable que el riesgo de lesión aumenta. Este impacto
per sé no es el que lesiona, por lo tanto, no es necesario evitarlo tanto. Las lesiones las provoca el cerebro cuando no hacemos caso a todas las notificaciones que nos manda, como cansancio o dolores/molestias. Cuando nada de eso nos detiene ante una sobre carga, el cerebro entonces te lesiona. Ni la superficie dura ni las malvadas zapatillas, ni tu sobrepeso, ni las rodillas chuecas… nada de eso te lesiona. La intensidad y volumen inadecuado para tu condición es lo que lo hace.
En resumen, no busques el maicillo pensando que es más inofensivo que el cemento. Ahora, si lo que quieres es entrenar en una superficie inestable, dura y de mala tracción, entonces dale porque será perfecto. Lo importante es tener claro lo que queremos, pasa saber lo que haremos.
Para más información escríbeme a
[email protected]