FRANCISCO PINO: SALUDEN AL CAMPEÓN SUDAMERICANO DE TRAIL RUNNING


El 16 y 17 de noviembre, el trailrunning chileno tuvo un gran resultado a nivel internacional, el más grande en la corta historia de esta disciplina de montaña. Después de muchos ires y venires, se corrió el primer Campeonato Sudamericano de Trail Running, en el marco del tradicional K42 de Villa La Angostura, Argentina, cuyos senderos acogieron esta primera versión.
 
En la previa clasificatoria de los corredores chilenos que nos representarían no faltó la polémica, pero al final lo rescatable es el -por muchos- impensado resultado: Chile terminó primero por equipos en Varones, y Tercero en Damas y, además, en individuales Francisco Pino, se coronó Campeón Sudamericano tras vencer en los 42K. Notable performance por la que entrevistamos a este chico, apodado “Niño Volcán” por su afición de dominar volcanes corriendo.
 
Además, al final de esta entrevista incluimos la visión de la gran Catalina Alegría, quien formó parte de las chicas chilenas en el vecino país.
 
 
¿Cuál era tu expectativa personal y cuál la del equipo chileno antes de partir al Sudamericano?
Como equipo tenía mucha fe, por el entrenamiento que veía por redes sociales de mis compañeros, y no me equivoqué. Luis Valle, Samuel Morales y yo podíamos ganar como equipo. También sabía que si a uno de nosotros le pasaba algo en carrera, estaría Eugenio Galaz y Roberto Echeverría muy cerca. 
 
¿Qué resultado te permitió clasificar al Sudamericano?
Clasifiqué al quedar dentro de los primeros cinco corredores en el Selectivo Nacional de Trail y Montaña, en el que obtuve el primer lugar general.
 
¿Qué opinas del sistema de clasificación establecido por la Federación? Hubo opiniones a favor y en contra dentro del ambiente del Trail. ¿Cambiarías algo?
Creo que el circuito sobre el cual clasificamos fue muy similar a lo que vivimos en el Sudamericano, en cuanto a kilómetros y desnivel de la carrera, y respecto del paisaje, terreno y condiciones fue totalmente diferente.
 
Hubo muchas opiniones sobre el Nacional de Trail, unas buenas y otras malas, y creo que hay que escucharlas todas. Claro que deben tener buenas energías para que podamos crecer de la mejor forma, y así cada año ir aprendiendo y progresando.
 
Ahora bien, lo que cambiaría del clasificatorio es lugar. Lo realizaría en el corazón de la montaña, bien técnica y con increíbles vistas.
 
¿Cómo fue la conformación del equipo?, ¿tuvieron instancias conjuntas antes de viajar, como charlas o entrenamientos?
En cuanto al equipo, todo fue muy bueno. Creo que logramos una muy buena convivencia, un apego amistoso y muy fuerte que crecía con el pasar de los días, sobre todo durante las jornadas de competencia. Nos juntamos unas semanas antes del sudamericano en Farellones, donde compartimos un desayuno y un entrenamiento grupal en el lugar, conversando y conociéndonos.
 
Y en lo personal, ¿cómo te preparaste?
Mi preparación, tanto para el Sudamericano como para cualquier carrera se basa principalmente en pasar horas y horas en la montaña, siempre escuchando al cuerpo. También sigo la planificación de dos entrenadores, Samuel Morales -en cuanto a velocidad-, e Ismael Blanco -en desnivel y montaña-. Estos dos tipos de entrenamiento los junto con mi poca experiencia y mi planificación personal. A eso le agrego el entrenamiento invisible, que es mucha bicicleta, montañismo, tela, artes marciales, escalada y pesas. La semana antes del sudamericano hice 8.500 metros de desnivel positivo, luego los días restantes me preocupé de la velocidad. 
 
Hay cosas que van de la mano, si fallas en una te baja el rendimiento, eso creo yo. Hidratación, nutrición, meditación (visualización), entrenamiento, estiramientos, descanso, constancia, felicidad.
 
Una vez en carrera, ¿cómo te sentiste y cómo fue el desarrollo y la estrategia que utilizaste?
En carrera me sentí bien físicamente. En cuanto a lo mental, a veces la cabeza nos juega trucos, pero éstos son remplazados por buenos pensamientos emotivos. Ya en carrera pude controlar esa impulsividad que me hace querer ir primero en todo momento. Pensaba: “comienza como viejo, para terminar como joven… y no todo lo contrario”. Eso me dio una muy buena estrategia, ya que la mía de un principio era salir a darlo todo de comienzo a fin.
Fui observando la técnica y rapidez en bajada, subida y planos… Ahí supe dónde podía sacar más provecho de mis habilidades. La bajada final y esa subida técnica fue donde me separe de los demás corredores.
 
¿Qué puedes decirnos del circuito y las distancias definidas?
El circuito de la carrera ¡fue genial! Marcaje excelente y los puestos de abastecimientos muy buenos; aunque no estaba más de 20 segundos, pasar por ahí era muy grato. Había mucha gente apoyando a todos con energía positiva. Sobre el paisaje, asombroso como cualquier montaña, sobre todo en las zonas técnicas. La distancia no fue de 42K, ya que cortaron la ruta por mucha nieve en la cumbre (mi reloj marcó casi 37K).
 
Y como chileno, ¿qué sentiste cuando cruzaste la meta con nuestra bandera sabiendo que eras campeón? ¿Cómo fue el recibimiento y apoyo del resto del equipo, tanto hombres como mujeres?
Vaya, ese momento fue tan emociónate que quedé en blanco… No reaccionaba bien, no podía creerlo. Cuando iba llegando y me pasaron la bandera sentí mucha alegría por todo el equipo. Dije, ¡qué bien, ganó un chileno! En cuanto al recibimiento, fue muy bueno y emotivo, con palabras llenas de energía, rostros con ojos llorosos por lo que había pasado y no solo para mí si no que para cada uno de los corredores chilenos, tanto hombres como mujeres.
 
¿Hubo celebración privada al finalizar?
Sí, hubo varias celebraciones, recibimientos inesperados de mi familia, mi polola, amigos. Pero, en lo personal, tenía que ir a darle las gracias a la montaña en solitario, siempre lo hago, pero ahora fue diferente… sentí mucho su apoyo, no sé cómo podría explícatelo porque solo se siente. 
 
¿Qué significó para ti este Sudamericano?
El sudamericano ha sido mi logro más destacado en cuanto a lo deportivo, lo atesoraré y guardaré en mi mente para recordarlo hasta cuando ya no pueda correr, ¡a eso de los 120 años! (jaja). He practicado muchos deportes en el trascurso de mi vida, comencé con artes marciales, luego jugué rugby, tenis, tela, escalada, bicicleta, montañismo, travesías, ninguno con un fin específico, solo por la satisfacción corporal y mental después de un duro entrenamiento.
 
Pero correr en la montaña me llevó a conocer otro mundo, a ver las cosas me manera diferente, a pensar diferente, a llevar el cuerpo más allá del límite. En el Sudamericano iba decidido a sufrir, a darlo todo, a hacer valer las horas y horas en la montaña sufriendo y disfrutando, la mejor mezcla del deporte, y así fue.
 
Lo mejor fue formar lazos de amistad con mi equipo, aprender de cada uno y llevarme grandes recuerdos y enseñanzas.
 
 
K42 Villa la Angostura
Por Catalina Alegría, miembro equipo chileno en 42K
 
Mi primera impresión sobre este Sudamericano y nuestra participación, es que el equipo estuvo muy bueno. Realmente se notó el compromiso de todos. El estar allá no era algo que se había ganado al azar. Tiene una base de años de sacrificio, años de postergaciones. Para muchos era un sueño que parecía imposible y no íbamos a desperdiciar esa gran oportunidad. 
 
El primer día de competencia los hombres fueron ganadores indiscutibles y las mujeres logramos un maravilloso 3er lugar. ¡Pablo Báez quedó 4to general en 15K! No podíamos creerlo. Verlos abrazarse con tanto entusiasmo, ver sus lágrimas de emoción realmente fue una inyección de motivación. En lo personal, creo que es lejos uno de los momentos más emotivos que he vivido en mis años de deportista. 
 
Estuvimos muy afiatados, además de tener un muy cálido equipo técnico que nos brindó las palabras precisas que necesitábamos para rendir al día siguiente. Realmente estaban tan comprometidos como nosotros.
 
Al segundo día nos tocó a los de 42K. Los de 15K se posicionaron en diferentes puntos para apoyarnos en ruta, ¡incluso camino al cerro Bayo! En el caso de las mujeres, con la Nico, Kathy y Amber estuvimos casi siempre compitiendo muy juntas y fue muy divertido porque llegamos las cuatro con aproximadamente 3 minutos de diferencia en total. La Lore siempre fue con Karmina. Entonces realmente fue una estrategia muy de equipo.
 
Recuerdo a la Nico gritando “¡Vamos Chile!” mientras corríamos por la nieve y para qué decir cómo fue ver a los de 15K apoyándonos, y a mi familia que ahí estuvo… ufff! Mil sensaciones!
 
En el caso de los hombres, arrasaron, ¡y Pancho Pino se coronó Campeón Sudamericano!! Las mujeres quedamos segundas por equipos ese día. Ya nos podíamos más del pecho inflado. 
 
Tal vez el proceso de selección no se hizo como varios querían. Darle en el gusto a todos es muy complicado. Creo que a veces hay que lanzarse nomás, sino las cosas no suceden. Hay una frase que me gusta muchísimo y es: “la revolución es parte de la evolución”. Pienso que bueno, se hizo ahora, con los recursos que había, de una forma rápida y ya está. O eres del que seguirá criticando o eres de los que van a aceptar que ya se está haciendo algo, que ya tendremos unos cimientos más firmes y que de ahora en adelante tendremos más oportunidades.
 
Por mi parte, siento la felicidad de sentir que por lo menos una vez en mi vida pude representar a mi hermoso país y tuvimos la satisfacción de ver el esfuerzo personificado en un equipo chileno. 
 



   



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