Por Cristián Sieveking Vera. Ultramaratonista, experto en biomecánica de corredores.
Este comentario es bastante común refiriéndose a que con este “descanso”, se recuperaría la amortiguación del calzado. Para analizar esto debemos partir desde el principio:
Antes que todo, hay que conocer las partes más comunes de una suela. Está la suela externa, que es la que entra en contacto con el suelo, y que algunas zapatillas no la traen actualmente. Luego está la suela intermedia, que es la parte entre aquella que contacta con el suelo y el resto de la zapatilla. En esta parte, normalmente van ciertas tecnologías de amortiguación y estabilización agregadas; es la parte encargada de amortiguar.
La fabricación de esta suela intermedia ha sido hecha con tres componentes: poliuretano, que hoy prácticamente no se usa porque la vulcanización daña la capa de ozono y además se “quema” con el contacto atmosférico. Luego está la EVA en hojas (sheet EVA) y, lo más usado hoy, la EVA moldeada.
EVA es “Etil Vinyl Acetato”, una esponja de celdas cerradas que es un material poroso mirado al microscopio. El aire en estas burbujas es lo que da la amortiguación. En las primeras zapatillas con sheet EVA (hoy solo en zapatillas retro) esta suela se hacía de una plancha de EVA que se cortaba a las distintas medidas, pero ese tipo de construcción hacía que las burbujas se reventaran y el aire se saliera en poco tiempo así es que la durabilidad era muy limitada.
Luego de eso apareció la EVA moldeada, esto significa que cada tamaño de suela sale de un molde, haciendo que el contorno -que antes era cortado-, ahora queda sellado con una especie de cáscara que impide la salida prematura del aire de las burbujas que se revientan. Cuando estas burbujas se van reventando es cuando la suela media (o intermedia) va perdiendo la amortiguación. Y, lógicamente, cuando se revientan no se recuperan.
Cuando corres, esta suela intermedia tiene que tener la capacidad de recuperarse 100% entre un paso y el siguiente. A esto se le llama “retorno de energía”, y lo que no se recupera en ese lapso no se recuperará jamás, así que si dejas reposar un día o un año una zapatilla, ésta seguirá amortiguando igual que antes del reposo, sin cambiar.
Si alternas dos zapatillas la duración es la misma por cada una…